[Advertencia: Mucho
Spoiler]
Faulkner es grande. Muy.
Inmenso.
Sublime.
Llevar al cine una película de este tipo debe ser un dolor
de cabeza.
¿Cómo hacés con un libro armado a puro monólogo, a puro
capítulo-personaje, a puro punto de vista diseminado en la multiplicidad?
No lo hacés.
Insisto: creo que las adaptaciones deberían ser exactamente eso,
adaptaciones, tomar la base, la idea y a lanzarte a la película.
En definitiva toda adaptación cinematográfica es como una
reescritura.
Tratar de responder de la forma más fiel al libro es algo
que no debería hacerse porque se te escapa la tortuga seguro. Seguro.
Y eso le pasó a Franco [al que igualmente banco].
La película está bien pero.
Si leíste el libro te molesta la célebre línea de “my mother
is a fish” puesta en cualquier lado.
Si leíste el libro te enfurece que esté
tan desaprovechado, tan horriblemente pasada por arriba la pérdida de cordura
de Darl, la forma en la que se va desintegrando poco a poco, como se
desarticula lingüísticamente se hace humo en la película. Solo parece que el
tipo piró hacia el final. Horrible. Una pena.
La superposición de lenguajes, de conocimientos, la
desautorización de discursos, ese hermoso universo gramatical faulknereano (?)
se diluye en el recurso formal.
El incendio pierde fuerza, consistencia, termina como una
anécdota más porque anula las voces, porque pierde la multiplicidad que fluye
en cada mirada atónita (y no tanto) del evento.
[Si no leíste el libro...bueno, es hora que lo leas]
¿Y entonces? ¿Por qué la película está bien?
Porque es infilmable.
Porque la forma encontrada del primer plano para monologuear
resulta, porque la visión plural decanta paso a paso, porque escindir la
pantalla mostrando la misma escena desde dos ángulos es un acierto, porque el
plano-contraplano/naturaleza-personaje condensa un lirismo desaliñado que
resulta hermoso, porque plasmar esta novela sin su fragmentarismo es ridículo,
porque los personajes están interpretados de forma excelente, porque la miseria
humana de la familia Bundren está ahí.
Es un 6.5